Ingredientes para 4 personas.
La receta de pimientos escalivados es muy sencilla de hacer, introduces todos los ingredientes en el horno, mientras vas haciendo otras labores, veamos ahora el cómo.
- 6 pimientos rojos grandes.
- 4 tomates maduros grandecitos.
- 1 cabeza de ajos
- 1 bandeja para horno.
Elaboración de los pimientos escalivados.
- Pon el horno a calentar a 150º C. con el gratinador incluido. Lava todas las verduras y pon en la bandeja todas las piezas enteras sin cortar ni pelar, introdúcelas en el horno.
- Sube la temperatura a 180º C. y deja que se hagan 30 minutos, tienes
- que ir dando la vuelta a todas las verduras, para que se vayan dorando por igual.
- Cuando hayan transcurrido los 30 minutos mira si la textura está a tu gusto o las dejas 10 minutos más.
- Una vez listas, apagas el horno y retiras la bandeja para que se enfríen todas las verduras a temperatura ambiente.
- Prepara una fuente de cristal o una bandeja de acero inoxidable para poner la escalivada.
- Ahora viene el momento de pelar los pimientos rojos y quitarles todas las semillas del interior (reserva el jugo de la bandeja), quita la piel del tomate y abre la cabeza de ajos, verás que al apretar un poco cada diente sale solo.
- Corta los pimientos en tiras al tamaño que desees y los tomates y ajos los exprimes con las manos «bien limpias» aunque lo más higiénico es usar unos guantes.
- Cuando lo tengas todo preparado vas a observar que la bandeja está llena del jugo de las verduras, con un colador lo pones dentro de la fuente, junto a las verduras.
- Por último, ponle a la receta de pimientos escalivados, sal al gusto, vinagre y un chorro de aceite, y voilá… ¡Lista para servir!
Vinagre de Umeboshi.
Otro vinagre que no puedes pasar por alto es el de umeboshi. Originario de la ciruela, este vinagre es una joya porque carece de los acidificantes típicos de los vinagres convencionales. Además, es tan completo en sabor que te ahorra incluso el añadir sal a tu receta de pimientos escalivados al horno.
Nota: Imagina: la escalivada con ese sabor único que solo se obtiene después de 24 horas de reposo, cuando los ingredientes han tenido tiempo de conocerse, de fusionarse en un baile de texturas y sabores.
Guarda esta obra maestra en un recipiente de vidrio y deja que la magia culinaria haga su trabajo. ¿Buscas el recipiente perfecto? Aquí tienes la solución:
Y ahí lo tienes, una receta que no solo te alimentará, sino que te contará una historia en cada bocado.
Y si esta experiencia te ha sabido a poco, no te preocupes.
Nos vemos en la próxima receta, que será, como siempre, un viaje culinario.
¡Hasta la próxima, chefs de la vida real!